
No toques el hombro
del caballero que pasa
se daría vuelta
y sería la noche,
una noche sin estrellas,
sin curva y sin nubes.
¿Entonces qué sería de
todo eso que compone el cielo,
la luna y su pasaje
y el ruido del sol?
Tendrías que esperar
que un segundo caballero
tan poderoso como el otro
consintiera en pasar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario